domingo, 10 de febrero de 2013

Enfrentándome a mis mentiras.

No sé ni por donde empezar la verdad... Para ser sincera, me gustaría decir mucho ahora, como si esto fuera uno de esos discursos en los que todo el mundo te presta atención a ti, algo peliculero como a mi me gusta y que no puedo evitar. Llamarme cursi si queréis  porque en cierta parte me gusta. No quería hablar en un 8 VS. 1 porque iba a ser imposible que me atendieseis a lo que ponía, porque solo ibais a tratar de hundirme reprochándome cosas, que si, son ciertas...
Al principio pensé "Y QUÉ COJONES PONGO YO AHORA?", sin escusas... Al grano! Me da miedo enfrentarme a vosotros porque no puedo evitar ser cobarde, os miento porque creo que es el único camino para evitar malos cumplidos que hacen daño, pero una vez más el "maravilloso plan" se jode, ¿por qué? Porque miento de puta pena!
Me estoy arrastrando tanto ahora que antes no lo habría hecho, pero es que se que me lo merezco, y os confieso que si no me importarais de verdad no lo estaría haciendo.
Es cierto, miento por necesidad, solo por eso, no por "mentir por mentir".
Quiero aclarar que si dije que no podría fue por ocultarla de vosotros, y es que fue primero que la siguiente pregunta, que me hizo mentir hasta a mi propio mejor amigo.
Ya ni se que mas decir, ni si quiera me lo pase bien porque no paraba de escribir intentando defenderme, y ni la hice caso cuando me hablaba...
Se que algunos de vosotros preferiríais no hablarme más, y yo os lo permito  porque no voy a ponerme a exigir cosas que no merezco porque toda la culpa es mía una vez más. No voy de víctima, estoy dando la cara a mis problemas, los que provoco yo, y los que sin quererlo jodo más.
No me queda nada mas que decir, mas que un lo siento y...¡A CURRÁRSELO! 

domingo, 13 de enero de 2013

Una mala noche.

A veces no lo puedo evitar, ese momento peliculero de sentirme la heroína de una situación, el caso es que por mucho que haga de psicóloga dando consejos que ni si quiera me aplico a mi misma, nadie me escucha, porque al final no pueden evitar largarse, dejando una conversación a medias. Luego somos nosotros los infantiles, se desahogan con nosotros y al final consiguen que nos sintamos mal y nos cabreemos cuando en realidad no queremos que nos vean así, es nuestra peor parte.
Mientras intentamos esconder la realidad me enseñas una peculiar canción que sin querer me llama la atención. Sabías que iba a pasar porque me conoces, pero solo provoca que me deprima más. Ahora eres tu la que intenta consolarme, que irónico.
Más tarde estás con una copa de más y de lo único que te sabes quejar es "Asco de vida", ¡PUES HAZ ALGO PARA EVITAR ESA FRASE!
Siento ser tan directa en este momento y tan brusca, pero ahora soy yo la que te consuela y es que solo quiero arreglar lo que vosotros sois incapaces de hacer. Os gustáis, tenéis una amistad tan profunda que hasta yo envidio, sois como un matrimonio, todo el rato discutiendo y lo único que lo arregla después es un "sabes que me quieres y que te quiero, no lo puedes evitar". El caso es que sigues llevando esa copa de más, y a pesar de que no sabes lo que dices, la has cagado de verdad. Intentare arreglarlo, te lo prometo. Yo empecé todo esto y no quiero que termine así, básicamente es mi culpa. Así que mi personaje heroico volverá a salir en busca de batalla solo por volver a ver lo que envidio, un amor verdadero.