domingo, 13 de enero de 2013

Una mala noche.

A veces no lo puedo evitar, ese momento peliculero de sentirme la heroína de una situación, el caso es que por mucho que haga de psicóloga dando consejos que ni si quiera me aplico a mi misma, nadie me escucha, porque al final no pueden evitar largarse, dejando una conversación a medias. Luego somos nosotros los infantiles, se desahogan con nosotros y al final consiguen que nos sintamos mal y nos cabreemos cuando en realidad no queremos que nos vean así, es nuestra peor parte.
Mientras intentamos esconder la realidad me enseñas una peculiar canción que sin querer me llama la atención. Sabías que iba a pasar porque me conoces, pero solo provoca que me deprima más. Ahora eres tu la que intenta consolarme, que irónico.
Más tarde estás con una copa de más y de lo único que te sabes quejar es "Asco de vida", ¡PUES HAZ ALGO PARA EVITAR ESA FRASE!
Siento ser tan directa en este momento y tan brusca, pero ahora soy yo la que te consuela y es que solo quiero arreglar lo que vosotros sois incapaces de hacer. Os gustáis, tenéis una amistad tan profunda que hasta yo envidio, sois como un matrimonio, todo el rato discutiendo y lo único que lo arregla después es un "sabes que me quieres y que te quiero, no lo puedes evitar". El caso es que sigues llevando esa copa de más, y a pesar de que no sabes lo que dices, la has cagado de verdad. Intentare arreglarlo, te lo prometo. Yo empecé todo esto y no quiero que termine así, básicamente es mi culpa. Así que mi personaje heroico volverá a salir en busca de batalla solo por volver a ver lo que envidio, un amor verdadero.