Un gorro, un café y un cuaderno:
Esta lloviendo, típica tarde de día gris.
Parece que nada te va a hacer cambiar de idea sobre todo lo que piensas.
Crees que nadie te a hecho más daño que aquella persona que conociste en verano.
Querías huir de todo aquel mundo, dejarlo atrás, solo para estar en un único momento de paz. Y si, es cierto que todo aquello, y él incluido, te estaban volviendo loca.
Tanta historia y numeritos para llamar tu atención ya dejaron de preocuparte tanto.
De repente pensaste que necesitabas un descanso y que tu cabeza también. Bajaste al parque para tomarte un respiro, simplemente para que te diese un poco la pequeña brisa de una madrugada. Te fuiste a sentar en un banco junto al pequeño lago de cisnes. Menuda imagen, típica de blanco y negro, tu, con un gorro, un café recién hecho con un terrón y medio de azúcar y una libreta, solo te faltaba la gabardina y las gafas de culo de botella, el problema es que llevabas un jersey de punto y que, aunque ese tipo de gafas se empezasen a llevar mucho de repente, no te hacían falta, ya que el oculista te dijo que tenias mejor vista que un zorro.
La lluvia era suave, no era como si acabases de salir de un largo baño.
Que cursi, ajajajajaja. Esta muy bien ;)
ResponderEliminaruyyyy si!
ResponderEliminarjajajaja! gracias ;)