Perder dos veces no es manera de acabar.

Amiga:

No te atormentes por algo tan mezquino como el daño provocado por los peores.

Te conozco mejor que tu a ti misma, sé que eres fuerte, y que te encanta que te quieran, pero a veces eres tan cabezota que ni si quiera te das cuenta de que me preocupo por ti... Solo tienes que mirar hacia al frente y seguir el camino que marca lo que pretendes, porque lo que piensas es lo mejor que te puedes proponer. Sufre, llora, anhela, recuerda, sonríe y ríete, que es lo que importa, pero al poder ser que sea de ti misma que por alguien que no merece la pena.

Puede que no me conozcas, es cierto, nunca nos hemos visto, pero te conozco como a la palma de mi mano, porque mi mano es tu mano, mi corazón el tuyo y tu mente la mía...

Entiende que hay cosas mejores que por lo que te hacen pasar los peores, que siempre hay un país de las maravillas y que no es como lo pintan, si no como lo pintas tu. Yo conozco ese país, por ti mas que nada.

Sé que allí guardas todo lo mejor del mundo según tu perspectiva claramente y medianamente aceptable según la mía.

Mucho no tengo que opinar, porque sé que tomes la decisión que tomes, yo la aceptaré igualmente, porque nada podrá pararte, ¡que eres libre!

Que no te corten tu sonrisa que es tan...tuya.

                                                                                                                                      Pd: Tu conciencia.

Solo un día, para una eternidad a tu lado.

Aquella tarde de noviembre en un parque, a solas. Vi a aquel hombre que haría de mí la mujer más maravillosa y especial de todos los tiempos. Me incitaste a soñar en cuantos de princesas en las que yo era claramente la protagonista, y que, me encantaban. Vi un futuro a tu lado, lleno de momentos felices incomparables a esta amargada realidad sin ti. ¿Dime que dirías si te propusiese un trato? Que nunca me faltes, que estés ahí en todo momento, para apoyarme, para alegrarme, para sacarme esa lágrima dulce con una de tus maravillosas sorpresas, agradables por supuesto. Sólo quiero una vida contigo, y al poder ser que sea eterna, porque si tu no estas, me falta el aire, y sin aire no respiro, y si no respiro, muero...

Quiero que sepas que eres lo más importante en mi vida, que te quiero con toda mi alma. Parezco cursi, lo sé, no hace falta que te rías por ello, aunque no me importaría ver otra vez esa maravillosa sonrisa, que...es tan tuya. Desde el primer día en que te vi, me enamoraste, que decirte, más que me volviste loca, aquellos ojos claros, y esa risa juntada con esa simpatía, me enamoré.

Y ahora estoy aquí, frente a ti, en un altar que solo pisaré hoy, diciéndote estas palabras que tienen principio pero no fin, porque nunca dejaré de agradecerte el que hayas aparecido en mi vida, así, tan de repente, a tu forma...

Aquella tarde de noviembre en un parque, a solas. Nos conocimos por primera vez.

Y es que nada volverá a ser como antes...

Un corazón llora a desconsuelo en medio de una sala fría, llena de recuerdos que solo hacen daño, y que por más que pretenda salir, no hay salida...

¿Cómo se puede llegar a querer tanto a una persona y sin embargo llorar por ella? Sabiendo que en realidad eres la única que se preocupa por algo que no existe y que nunca existirá.

Quise tanto en ese momento, pero no sabía lo que querías, eramos tres personas en un mismo sitio, y los dos sabíamos que todo podía ocurrir, y sin embargo yo deje que todo transcurriese por el camino equivocado. Me confundí una vez mas claramente, y me arrepiento ahora, como haré el resto de mi vida por todas las cosas en las que fallo.

Sé que es tarde para arrepentirme una vez que ya te e rechazado.

Entiendo que no quieras continuar con algo que no va a ningún sitio, pero quiero que entiendas que yo no quería que esto pasase, porque en realidad, siento todo a lo que tu tienes miedo.

"soy...Culpable por haber aprendido a querer, por haber escuchado tu voz, y culpable de haberte tenido y de darte calor. Culpable por haber esperado tu amor, por haber aprendido a entender y culpable de haberte perdido otra vez…" 

La llaman "la cobarde", por haber permitido dejarlo todo, por haber huido cuando no era necesario, por haber rechazado algo difícilmente retornable...

For ever and ever.

La luz llegaba hasta lo más profundo de la habitación, iluminando aquella lágrima que descendía bajo un recuerdo inolvidable. Ella lloraba por algo que poca gente supone y que mucha gente conoce. No lloraba de tristeza, ni de felicidad tan si quiera, si no de algo llamado amor, puede que te suene y puede que lo hayas vivido, es totalmente probable.

Sufrió, añoró y rió por su culpa, una persona que llegó a su vida no hace mucho tiempo, pero que duró como si fueran años. Mira aquellos recuerdos con angustia, y hasta parece que el mundo se la cae encima, pero no, en realidad ella no sufre tanto, solo lo provoca más...

Ella debe aprender a controlarse, a saber escuchar y no mandarlo todo a la mierda con la mínima de cambio. Es su culpa, perdió un instante de su vida por su culpa.

Puede que nadie lo entienda, y que la gente la llame tonta con poca justificación, pero es que ella en realidad no se percató de la situación y entonces quiso morir sin dar explicación. 

Creyó en un futuro cuento de hadas, y que por más que la digan que siempre hay segundas oportunidades, dejó de creer. 

Se dio cuenta de que lo hizo muy mal. Pero por más que se juzgase aún sabiendo que ya había sido juzgada, no dejó de llorar y lamentarse. 

"Él no volverá" se repetía constantemente, mientras dejaba que los días pasasen como en una milésima de segundo elevada a Pi, mientras se seguía lamentando por un juicio ya perdido, mientras dejaba que el tiempo pasara...

Pero como e dicho antes, ella no sabe escuchar, y no prestó atención a lo que su amiga la seguía repitiendo: "No te preocupes, que todo pasará...", pero parece que la gente sigue sin entenderla, y entonces se estresaba más.

No muy lejos de aquella angustia aparecía bajo el destello de un rayo de sol a punto de desaparecer  un persona. No se podía ver con claridad su cara ya que iba a contraluz. 

Y es que, cuando menos te lo esperas, alguien puede aparecer y cambiarlo todo...

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Ella lo miró con la cara bañada en lágrimas y una boca entreabierta fundida en un beso más tarde, guardando unas pequeñas palabras que cambiarían su mal día: "Por mucho que este amor, o como lo quieras llamar, sufra, siempre habrá una segunda salida, y una tercera, y una cuarta, y una quinta....Pero siempre juntos..."