La luz llegaba hasta lo más profundo de la habitación, iluminando aquella lágrima que descendía bajo un recuerdo inolvidable. Ella lloraba por algo que poca gente supone y que mucha gente conoce. No lloraba de tristeza, ni de felicidad tan si quiera, si no de algo llamado amor, puede que te suene y puede que lo hayas vivido, es totalmente probable.
Sufrió, añoró y rió por su culpa, una persona que llegó a su vida no hace mucho tiempo, pero que duró como si fueran años. Mira aquellos recuerdos con angustia, y hasta parece que el mundo se la cae encima, pero no, en realidad ella no sufre tanto, solo lo provoca más...
Ella debe aprender a controlarse, a saber escuchar y no mandarlo todo a la mierda con la mínima de cambio. Es su culpa, perdió un instante de su vida por su culpa.
Puede que nadie lo entienda, y que la gente la llame tonta con poca justificación, pero es que ella en realidad no se percató de la situación y entonces quiso morir sin dar explicación.
Creyó en un futuro cuento de hadas, y que por más que la digan que siempre hay segundas oportunidades, dejó de creer.
Se dio cuenta de que lo hizo muy mal. Pero por más que se juzgase aún sabiendo que ya había sido juzgada, no dejó de llorar y lamentarse.
"Él no volverá" se repetía constantemente, mientras dejaba que los días pasasen como en una milésima de segundo elevada a Pi, mientras se seguía lamentando por un juicio ya perdido, mientras dejaba que el tiempo pasara...
Pero como e dicho antes, ella no sabe escuchar, y no prestó atención a lo que su amiga la seguía repitiendo: "No te preocupes, que todo pasará...", pero parece que la gente sigue sin entenderla, y entonces se estresaba más.
No muy lejos de aquella angustia aparecía bajo el destello de un rayo de sol a punto de desaparecer un persona. No se podía ver con claridad su cara ya que iba a contraluz.
Y es que, cuando menos te lo esperas, alguien puede aparecer y cambiarlo todo...
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Ella lo miró con la cara bañada en lágrimas y una boca entreabierta fundida en un beso más tarde, guardando unas pequeñas palabras que cambiarían su mal día: "Por mucho que este amor, o como lo quieras llamar, sufra, siempre habrá una segunda salida, y una tercera, y una cuarta, y una quinta....Pero siempre juntos..."
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