Cualquier música que pueda sonar melancólica para mi, es perfecta. Es el nudo en la garganta continuo y sin salida. Ese sol que no quiere acabarse en el atardecer. Esa apuesta perfecta cuando sabes que lo tienes todo de tu parte. La confianza mutua de aquellos que poco la demuestran pero que sin embargo esta ahí, sin nadie que la haga cambiar de opinión, porque es única.
Eres la persona que me sigue esperando junto a la estación de tren, impaciente por verme, aún sabiendo que aquel beso sería el último. Mi vida, mi mente, mi alma, mis ojos, tú... Lo único que tengo.
Nunca creí en el amor, hasta que te vi, y solo verte me dí cuenta de que mi mundo cambiaría.
Y sin importarme lo que viniese, te besé después de tanta sonrisa. Todos me decían que no me podía enamorar de ti. Entiéndelo de esta forma: eres mi propia manzana prohibida.
Pero me gusta jugármela hasta el final, y te he conseguido. Mi premio, mi logro, mi fortuna, lo eres todo. Sin ti no sigo, así que no me quites las alas, las necesitaré para mi regreso a tu lado.