Sólo me queda darte un último beso,
para dejar huella en tu cuerpo.
Si quisiera te daría más,
pero mi corazón no me lo permite.
El daño me hizo débil,
y la fuerza me dejó de lado.
Ya no me queda nada,
más que una última lágrima,
el problema es que lleva tu nombre,
y no me dejan echarla.
He de dejarla caer,
pero aún soy débil y me da miedo.
Sé que si no lo hago,
ella no me dejará a mí hasta el recuerdo.
Veo la lluvia por mi ventana,
mientras medito sobre lo que debo hacer.
Mi mente aún no está en orden,
pero necesito dejarme ver.
De repente, el sol aparece,
y un rayo de luces de colores cambia mi día gris.
Me doy cuenta de que, detrás de algo malo,
hay algo mejor para mí.
Que mi mundo podría cambiar,
solo con una chispa de voluntad.
Y TODO VUELVE A FUNCIONAR.
Y TODO VUELVE A FUNCIONAR.
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